jueves, 19 de diciembre de 2013

¿Dónde está tu gloria para que te adore?

La Perla de gran precio es un libro que en particular me parece lo que su nombre indica tiene tesoros de sabiduría extraordinarios, uno de ellos está en el primer capítulo del libro de Moisés.


Esté relata una de las reuniones que tuvo Moisés con Jehová y como habló con Él cara a cara, y después de su reunión con el Salvador, entonces viene Satanás, y le dice: Moisés, hijo de hombre, adórame.

El relato continua diciendo que Moisés miro a Satanás y le dijo: ¿Quién eres tu?, porque, yo soy un hijo de Dios, a semejanza de su Unigénito. y ¿Dónde está tu gloria para que te adore? más adelante le dice " y por otra parte, ¿dónde está tu gloria?, porque para mí es tinieblas. Y puedo discernir entre tú y Dios;" y después le dice: "Vete de aquí, Satanás; no me engañes;"

La sola idea de estar en la presencia de ese ser causa escalofríos, sin embargo todos nos enfrentamos a él y a sus huestes en numerosas ocasiones, no lo vemos con nuestros ojos naturales y no nos pide directamente que le adoremos, sin embargo lo hace.

En la conferencia general de octubre de 2013 el élder Dallin H Oaks dice que cuando tenemos otras prioridades antes que a Dios, lo ofendemos pues estamos dándoles honra antes que a Dios, estamos adorando a algo mas que nuestro Dios, y por tanto aceptando la invitación de Satanás de adorarlo. Élder Oaks pone algunos ejemplos:
  • Tradiciones culturales y familiares.
  • Lo políticamente correcto.
  • Aspiraciones profesionales.
  • Posesiones materiales.
  • Actividades recreativas.
  • Poder, prominencia y prestigio.
Y después agrega que si tenemos una prioridad suprema que no sea Dios, si hemos olvidado seguir al Salvador, quien enseñó que si lo amamos, guardaremos sus mandamientos, si no establecemos nuestras prioridades conforme a Su plan, corremos el riesgo de estar adorando a otros dioses.

¿Cómo nos engaña Satanás?

Lo hace por muchos medios como la televisión, la opinión de científicos, la publicidad, el internet, los amigos, e incluso a veces por nuestra propia familia. Nos hace creer que somos especiales y que las normas no se aplican a nosotros, que estamos por encima del promedio y que las reglas y mandamientos solo se aplican a ellos.

Nos hace pensar que dado que no estamos haciendo cosas malas, esta bien lo que hagamos, aún cuando dejemos de hacer lo que Dios mando, a veces somos como Caín que ofreció un sacrificio a Dios, pero solo cuando Satanás se lo pidió.

Alguien dijo que Satanás llena nuestra vida de cosas urgentes para que no tengamos tiempo para las importantes.

Ahora que empieza un nuevo año, pongamos en orden nuestras prioridades de tal manera que podamos servir y adorar al único Dios verdadero, quien es un Dios de gloria y no falsas imitaciones, como baal, del que el profeta Elías dijo a sus sacerdotes que tal vez estaba dormido para escucharles.

Que podamos ser verdaderos discípulos del Salvador del mundo, quien dio su vida por cada uno de nosotros.


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